Historia

La escuela Marcela Beatriz Moyano Coudert, fue creada en 1989, ante la necesidad de D.E.M.E.S. (Dirección de Enseñanza Media Especial y Superior), para “reubicar” alumnos repitentes y no repitentes que quedaban sin lugar para ingresar en el sistema. Esto motivó en sus comienzos una matrícula sumamente heterogénea y con alumnos que provenían de diferentes barrios, algunos muy alejados.

A raíz de acciones emprendidas por la Directora y Supervisora, la población estudiantil se modificó. Hoy los alumnos, en general, viven en barrios aledaños, entre ellos Alberdi, Alto Alberdi, Las Palmas, Villa Siburu.

 A partir de 1991 recibió su actual nombre I.P.E.M. Nº 42 Prof. Marcela Beatriz Moyano Coudert. Funcionaba en un antiguo edificio ubicado en la calle 27 de abril esquina Espora del Barrio Alto Alberdi de la Ciudad de Córdoba.

En julio de 2001 se trasladó a un nuevo edificio en donde goza de todas las comodidades necesarias para llevar a cabo la tarea educativa a cientos de jóvenes.

Prof. Marcela Beatriz Moyano Coudert

19 de febrero de 1.918
27 de abril de 1.988

Nació en Barrio Alberdi de la Ciudad de Córdoba donde vivió hasta su muerte

• Contadora Pública – Universidad Nacional de Córdoba – Facultad de Ciencias Económicas: 4 de enero de 1944
• Matricula Profesional 10.0264.7 del Consejo Profesional de Ciencias Económicas (1949)
• Profesora Titular de la Cátedra de Administración y Contabilidad – Universidad Nacional de Córdoba – Facultad de Ciencias Económicas: 17 de enero de 1952.
• Consejera Titular de la Facultad de Ciencias Económicas – Universidad Nacional de Córdoba: 23 de agosto de 1952.
• Miembro Activa de la Asociación Católica de Empleadas (obra de Monseñor Dr. Miguel de Andrea).
• Docente por vocación.
• Directora y Cofundadora de la Escuela Gracia Faure (Alta Córdoba).
• Inspectora de la D.E.M.E.S. (Dirección de Enseñanza Media Especial y Superior – Rama Comercial) donde promovió la creación de numerosas escuelas con esta especialidad.

En 1991 nuestra escuela fue bautizada con su nombre.

Conocer nuestra identidad para respetarla.

Respetar a nuestros mayores para crecer.